domingo, 31 de agosto de 2014

Soneto con mandarina



Maravilla de todos mis sentidos,
eres perfecta porque eres fragante,
tus jugos me convierten en bacante,
tu tacto irrepetible es bienvenido.

Desde mi infancia siempre te he querido,
tu belleza es redonda y fascinante,
pequeño astro sutil y alucinante;
de tu suave placer me siento herido.

Eres fruta minúscula, infinita,
un ser vivo radiante, que ilumina
el cuerpo desnudo del atardecer.

Perfume de libertad inaudita,
el rugido del mar en ti germina.
Dulces dioses te inventaron con placer.

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