jueves, 20 de noviembre de 2014

Berenice



Aunque su verdadero nombre es Puri,
en su vida sonambular se la conoce como Berenice.

Todas las noches del año
con su inmaculado camisón
abrazado vorazmente
a sus formas memorables,
con los ojos bien abiertos
y los brazos extendidos,
se da el mismo paseo
por los tejados de Infantas.

Como el diablo cojuelo,
a veces entra en las casas,
sin voluntad de pecar,
pues, claro está, Berenice no es dueña de sus actos.
 A veces se ha sumado al acto carnal
de alguna pareja joven
y se fue corriendo tan a gusto.

Le tienen fichada los guardias de seguridad,
alguno se ha propasado
bajo el pretexto procaz de la protección ciudadana,
pero a ella no le importa
porque habita otras regiones del espíritu.

Una amiga de la PASMA (PUJANTE ASOCIACIÓN DE SONÁMBULOS MADRILEÑOS) le ha contado
que en el lago Tanganika hay rinocerontes sonámbulos,
que por las noches se juntan y le ponen el cuerno a la rinoceronta.
Berenice no sabe qué pensar.

Un poema así merece una moraleja:
fuerzas extrañas rigen nuestras vidas.
Vengo de no sé dónde,
soy no sé quien,
ignoro cuándo moriré,
sinceramente, no sé a dónde voy.
¡Es asombroso que esté tan contento!

Útero



Para escribir este verso
he reposado siglos en el útero materno.
Quise tomarme mi tiempo
para poder escribir un verso nítido, inolvidable.
Descubrir la eternidad en un segundo,
aprender de las panteras,
saber que en la entrada
de los campos de concentración decía:
“Arbeit macht frei” = “El trabajo os hará libres”.
¡Hijos de la gran puta!
Pobre puta que vende su sexo
 por un puñado de euros.

Cae la noche en Libertad.
Llueven canciones,
llueven poemas:
esta noche que tanto te quiero
te regalo mi palabra.

Desayuno con diamantes.
Lucía lucía diamantes y
se fue volando al cielo.
Lucía en el cielo con diamantes.
Lucy in the sky with diamonds,
LSD.
¡Qué dulce viajar de vuelta al útero materno!

sábado, 1 de noviembre de 2014

Sabedlo, se querían


Hay una vista deslumbrante del Annapurna en un poster en el Hostal Nepal. Calle del Amparo.
Los protagonistas, una pareja de 23 años o así, guapos a rabiar, charlan amigablemente.
Ella se llama Alma, él “La casa del sol naciente” Un poco animal ¿no?

Casa: te regalo la lluvia. Hace falta un poquito de locura. Venga, dame un beso que dure diez años.

Alma: Que exagerao, pues yo te regalo un cisne, que canta una canción preciosa:
“fui tan feliz los martes”

Casa: lo que más me gusta de ti es la sutileza de tu mente
y la belleza de tu cuerpo.

Alma: sigue, sigue, que me estoy poniendo a tono!!

Casa: ¿Nos fugamos a Formentera? Y nos hartamos a joder



Alma: Estás muy dinosaurio. Ahora se folla, que da mucho más gusto!

Casa: Te quiero dar una sorpresa!

Alma: dime, potrillo desbocado.


Casa: es que me han hablado de un sitio que está muy bien, un templo!

Alma: ¿Un templo?

Casa: Sí, un templo de la libertad, la puerta es muy creativa.
Parece que son todo gente de experiencia, de 25 para abajo. Muy buen rollito.

Alma: vale, podemos probar.

Casa: ah, me han dicho que preguntáramos por el becario, que es de Salamanca.

Una vez en el templo, les dijeron que tenían que hacer algo artístico
y como no traían nada preparado,
improvisaron y decidieron presentarse bajo el seudónimo:
“Alma, Animals y Formentera”
Se quitaron la ropa, cinco minutos,
ni un segundo más.
Como es natural, la admiración iba por barrios.
El éxito fue delirante, apocalíptico,
la playa se cubrió de libertad.

Alma exclamó: no, si es que hay mucho salido,
el mundo cambia cundo te quedas en pelotas.