Que el hombre necesita
la alegría
es una verdad incuestionable.
Lo saben las estrellas y los niños,
lo sabe la belleza del volcán
y la muchacha enamorada
que padece de tristeza un miércoles.
es una verdad incuestionable.
Lo saben las estrellas y los niños,
lo sabe la belleza del volcán
y la muchacha enamorada
que padece de tristeza un miércoles.
Que la finalidad del
hombre es ser feliz
es un secreto a voces.
Lo saben las panteras,
lo saben los deseos
que buscan cuerpos para realizarse.
es un secreto a voces.
Lo saben las panteras,
lo saben los deseos
que buscan cuerpos para realizarse.
Que el hombre busque
con pasión la dicha
es algo natural para los animales,
no es un misterio para las encinas,
sucede con el beneplácito del viento
y viene en el dialecto de las nubes.
es algo natural para los animales,
no es un misterio para las encinas,
sucede con el beneplácito del viento
y viene en el dialecto de las nubes.
Que el vino abre las
puertas de la percepción
es algo que pregona el roble.
Lo saben en su alma los sarmientos,
lo sabe el enemigo del placer
y todo el que fabrica miedo.
es algo que pregona el roble.
Lo saben en su alma los sarmientos,
lo sabe el enemigo del placer
y todo el que fabrica miedo.
Que hemos nacido para
la ebriedad
es evidente para la sabiduría.
Lo saben los vocablos en su danza,
lo sabe el fuego, loco de alegría,
la luz inaugural que asusta a la rutina.
es evidente para la sabiduría.
Lo saben los vocablos en su danza,
lo sabe el fuego, loco de alegría,
la luz inaugural que asusta a la rutina.
Hace mucho, mucho
tiempo
que el hombre necesita la alegría.
Lo sabe el guionista de nuestro universo,
lo proclaman los pétalos,
lo susurran las tórtolas,
lo gritan los amantes,
lo firman los notarios
que están a sueldo de los ángeles.
que el hombre necesita la alegría.
Lo sabe el guionista de nuestro universo,
lo proclaman los pétalos,
lo susurran las tórtolas,
lo gritan los amantes,
lo firman los notarios
que están a sueldo de los ángeles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario