domingo, 31 de agosto de 2014

El amor loco



Siéntete orgullosa de ti misma,
no porque yo te quiera,
que lo hago hasta dejar perplejo al mar,
sino por todas las fuerzas que en ti se convocan.

Siéntete amiga de los vendavales.
En tromba tú entraste en mi vida
haciendo cauce para nuevos ríos,
exploradora de nuevos territorios
donde gritamos de júbilo nosotros.

Se han despertado nuestros cuerpos
de alguna vida eterna ya remota,
hemos podido al fin ser animales,
amarnos sin saber por qué,
como ama el viento a las anémonas.

Desde los hemisferios cerebrales
hasta los telescopios de los dedos
celebran en silencio
la nieve de tu vientre,
¡Bendita seas al atardecer!

Tú que no pides nada a cambio
respiras la felicidad
y me la sirves en jarras siempre llenas
y sabes dar la cara
cuando se ponen tercas las dificultades.

Estos versos con sístole y con diástole
me los dicta una musa juguetona
que oscila entre la ropa íntima
y la profundidad amable de las meditaciones.

Por ti se puso a trabajar Naturaleza
y le salió un fruto redondo,
tú sola bodegón perfecto
para poder matar las horas muertas.

Como todos los hombres
juego a los ciegos del azar
y a ti me deparó la suerte.
puede que yo no te merezca siempre
y la costumbre nos horade túneles,
pero es seguro que todo mi centro
arde por besar tus tuétanos.

Y una alfombra de versos te tiendo
porque quiero que vengas
y me mires,
como si nunca nos hubiéramos mirado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario