miércoles, 3 de septiembre de 2014


He robado y he matado

para besar tu ropa interior

ciertos miércoles salvajes.



Dentro de mi corazón

canta la alondra,

ella sabe por qué,

yo lo ignoro y sufro.



A la belleza sin armas de tu cuerpo.

se acercan sigilosas las canoas de mi infancia

y todo se transforma en firmamento y voluptuosidad.



Noche de Walpurgis,

el mundo nace por primera vez,

¡oh noche recién inventada!

donde los muchachos juegan a aullido y susurro.



Este poema llega a su final,

desde muy niño ha dado lo mejor,

ha dado flores, lagartijas.

Yo le esperaba hace mucho tiempo,

gracias a el, piso la tierra,

gracias a él, me brota cielo.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario